Las ideas feministas no son el feminismo, un movimiento político que pareció en la escena social en una época concreta: el siglo xix europeo, luego occidental y finalmente mundial. El concepto y la palabra se inventaron al mismo tiempo que el hecho.
Séverine Auffret, Historia del feminismo Tweet

Para entender qué es el feminismo y cuáles son todas sus vertientes es necesario recorrer su historia, además de comprender que es un término que se ha modificado, que se ha (mal)interpretado de múltiples maneras según su contexto histórico y según los objetivos que en ese momento se propusiera.
Por lo mismo, en posteriores entregas pretendo realizar un recorrido histórico sobre las diferentes olas del feminismo; sin embargo, en primer lugar, es pertinente entender qué es el discurso feminista.
El término feminismo, entendido como un movimiento social, fue usado por Hubertine Auclert en 1882, quien “se apropió de la expresión y consiguió darle un significado positivo, relacionado con la lucha de las mujeres en defensa de sus derechos”. Es decir, el término se relaciona con la lucha de los derechos de las mujeres hace apenas tres siglos. Cabe destacar que, si contraponemos estos tres siglos con todos los que la cultura patriarcal ha prevalecido, no son nada.
Ahora bien, afirmar que las ideas feministas son previas al feminismo puede resultar más que obvio, ya que antes de que se adoptara el término ya existían ideas y discursos que se oponían a la cultura misógina (entendemos “cultura” en su definición más amplia).
Es importante reconocer este hecho para comprender el feminismo en la actualidad y que el discurso feminista, incluso ahora, no es exclusivo del feminismo. Es decir, antes del surgimiento del movimiento feminista en la cultura occidental, no hubo movimientos sociales cuyos objetivos fueran la liberación femenina, sin embargo, sí surgieron ideas y discursos que se oponían a la cultura misógina y que devinieron en un hermoso movimiento de lucha.
Bibliografía con ideología feminista
Séverien Aufrret, en su libro La historia del feminismo menciona diferentes ejemplos de determinadas épocas en las que surgieron ideas que se contraponían o se salían del discurso misógino, por ejemplo: la obra de Eurípides, cuyas tragedias retratan mujeres con características que se contraponen por completo con el arquetipo femenino de la época.
Una de estas tragedias relata la historia de Melanipe, la filósofa, hija del rey Eolo de Tesalia. Ella concibe dos hijos de Poseidón y por temor a su padre los oculta en un establo, entre una vaca y un buey, pero ellos son descubiertos y los consideraron “monstros” pues se pensó que fueron concebidos por los animales, razón por la cual sus hijos fueron condenados a morir quemados. Sin embargo, ella los defiende, delibera y razona para salvarlos. Finalmente, logra convencer a todos de que no pueden ser hijos de los animales, los salva, aunque es castigada con reventarle los ojos.
En esta tragedia Eurípides retrata a una mujer capaz de reflexionar y hasta de filosofar, como un ser pensante y racional, algo que jamás sucedería en su época, por lo tanto, puede considerarse como un discurso que se contrapone a la misoginia. A pesar de que no se proclama defensor de los derechos de las mujeres, ni reivindica plenamente a la mujer, su discurso sigue una línea feminista.
Ideas feministas a lo largo de la historia
Por otra parte y en otra época, podemos mencionar al mismo Cervantes: en El Quijote, en el capítulo que habla sobre la pastora Marcela, ella es culpada por el suicidio del pastor Grisóstomo, entonces, da uno de los discursos más emblemáticos de esta gran obra: «Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi hermosura; y, por el amor que me mostráis, decís, y aun queréis, que esté yo obligada a amaros […]» ¿Te parece familiar?
Así como encontramos los ejemplos de Eurípides y Cervantes, hay más discursos a lo largo de la historia de ideas que se contraponen al machismo, aunque no forman parte de un movimiento feminista porque, simplemente, en ese entonces no existía uno. La realidad es que en la actualidad sí existe el feminismo, más bien, existen los feminismos, movimientos que proclaman y reproducen las ideas feministas, sin embargo, como en el pasado ¿es posible reproducir el discurso y las ideas feministas sin izar la bandera del feminismo?
Las redes están llenas de confrontaciones con distintas posturas y argumentos muy bien (y también muy mal) fundados sobre el feminismo: que las radicales esto, que las liberales lo otro, que si los hombres pueden o no ser feministas, que si las mujeres trans son mujeres, etc. Sea como fuere, cada uno de estos conflictos y corrientes tienen algo en común: su pensamiento está repleto de un discurso que se opone a la cultura misógina. Incluso, muchas personas que no se asumen feministas, que no adoptan una postura y que por temor o falta de compromiso deciden quedarse en medio, incluyen discursos feministas y los reproducen en su vida diaria.
Un movimiento que necesita reproducirse
Aclaro que no es mi intensión defender a todas estas personas que no se asumen feministas, mucho menos adoctrinarlos y convencerlos de unirse al movimiento, en realidad mi pregunta es sincera ¿es posible reproducir el discurso y las ideas feministas sin izar la bandera del feminismo? Es evidente que existen ideas, discursos feministas proclamados por personas a quienes ni les va, ni les viene el feminismo, ya sea por falta de interés o conocimiento del tema. Yo misma, en el pasado, abiertamente me negué a izar la bandera, pero algunas de mis acciones y pensamientos estaban en contra de la cultura misógina en la que me educaron, pero finalmente me uní al feminismo.
Quisiera pensar que así es para muchos, que están repletos de ideas y discursos que se oponen a la cultura misógina que nos envuelve, pero que carecen del conocimiento del feminismo o no nos se proclaman parte del movimiento porque su finalidad última no es abogar por los derechos de las mujeres. Sin embargo, reproducen estas ideas, las comparten y (tal vez peco de optimista o crédula) tarde o temprano comprenderán la importancia de todo por lo que aún falta luchar y de asumir una postura.
Username: Karlita Selene
Karla Selene Campos
Odiaba que le dijeran «Karlita», hasta que ya no. En su trabajo enseña cosas inútiles que ha aprendido a lo largo de su vida: reglas de ortografía, esquemas textuales, coreano a mexicanos y español a coreanos. En su tiempo libre, practica natación, ve dramas coreanos (muchos dramas coreanos), pretende hacer difusión sobre lingüística en Lingüística Crítica y… ¿Trabaja?