Hoy es Día Mundial de Los Simpsons y no me podía quedar sin escribir algo sobre ellos. Pese a que muchos opinan que sus buenos tiempos ya pasaron, es un hecho que ha sido una caricatura que ha marcado a millones de personas, generación tras generación.
Contacto en Springfield
Marge sufre un asalto y por inercia corre tras el asaltante. Al llegar a un callejón sin salida, encara al asaltante (Snake) y se da cuenta de lo que acaba de hacer. El asaltante nota que tiene el control de la situación cuando de repente, ¡Zaz! Marge lo deja inconsciente tras golpearlo con la tapa de un basurero.
Ella está llena de orgullo y los días consecutivos al asalto siente que necesita emoción en su vida y decide entrar al departamento de policía, pero cuando pide trabajo con el jefe Wiggum (Górgory) y al renunciar, todo el departamento tiene la misma reacción: Se atacan de risa en su cara.
Lisa le advierte a Marge que ser policía implica formar parte de un sistema que vigila los intereses de alguna fuerza externa (llamémosle Estado, no entraré en detalle) que está interesada en volverse más fuerte, pero que de ninguna manera vela por los intereses de los que realmente necesitan justicia y además, forma parte de un departamento misógino. Ella decide volver a ser ama de casa porque se da cuenta de que no vale la pena arriesgar el futuro de su familia por una sociedad que no valora su esfuerzo. Bien ahí, Marge.

Marge se da a la fuga
En este top nos daremos cuenta de que Marge nos da unas buenas clases de feminismo de mil formas. Cuando se hace amiga de su vecina Ruth, se da cuenta de que no necesita de Homero para poder hacer las cosas que tanto le gustan: Salir a un bar, ver el ballet o simplemente ir a ver un paisaje hermoso. No necesita de un hombre para tener emoción en su vida, y quizá es la lección más importante de este capítulo. Aunque es arrestada, al final del capítulo no parece estar arrepentida de sus acciones: Vemos a una Marge empoderada, “en perra”.

Bart vs Tomy y Daly
Lo sé, ¿Bart? Me parece el personaje más complejo. Lo hemos visto en varias facetas: El niño malo e incontrolable, terror del director Skinner, que también pasó por la etapa de “guardián del orden” cuando una prueba psicométrica le dice que tiene futuro como policía; pero en este capítulo un movimiento feminista hace notar que todas las caricaturas son protagonizadas por hombres y la solución que da la televisora es crear personajes femeninos para forzar el concepto de inclusión (¿les suena?). Bart se da cuenta de que las versiones femeninas de su caricatura favorita no son tan malas, pero está obligado a externar una imagen machista que debe repudiarlos.
Más adelante se une a un grupo de feministas radicales que vandalizan la ciudad. Lisa (y aquí va una muestra de que Lisa, más que ser una persona idealista, es egoísta y poco sorora) se encarga, una vez más, de sabotear a Bart.
La escena final del capítulo es una belleza: Consiste en la imagen de una pared intervenida por Bart con el copy: “The patriarchy is a wiener” (El patriarcado es cobarde, según la traducción que más te agrade).
Ha sido considerado el peor capítulo de Los Simpsons. Tanto por hombres misóginos que odian la idea de tener que ser más inclusivos tan solo en su forma de dirigirse a otras personas; como por mujeres que detestan que los hombres se asuman parte del movimiento feminista (al final siempre se termina tratando de ustedes, ¿no, onvrez?), pero me parece que una de las lecciones tan valiosas es que si un personaje tan viejo y con valores tan arraigados pudo abrir un poco su mente para darle la oportunidad a una ideología tan fuera de su forma de pensar, ¿por qué no habrías de poder hacerlo tú?

Marge y Homero draguean (Madre trabajadora)
Definitivamente es de mis favoritos. Marge decide vender tuppers y gente de la comunidad LGBT+ la confunde con un hombre vestido, lo que acrecienta su fama al grado de llegar al programa de Ru Paul.
Las demás queens al percibir la inseguridad de Marge, le dan una discurso que incluye la siguiente frase: “Las mujeres lo pueden hacer todo, incluso ser hombres”, la que me parece la frase más potente de todo el speech.
Por desgracia es descubierta por la audiencia y por el mismo Homero, quien decide sabotearla, por lo que al final Marge se da cuenta de que ella no puede seguir con una persona que no la valora. Las demás chicas la convencen de que es una heroína y le enseñan que debe valorarse a sí misma. Cuando de repente él la sorprende vestido de Drag. ¿Moraleja? Las mujeres sí pueden ser hombres, después de todo.


Marge Orejas Musculosas
No es un secreto que las mujeres fisicoculturistas no son del total agrado del patriarcado al no cubrir el estereotipo de mujer frágil. En esta ocasión Marge sufre un asalto, pero a diferencia de la vez anterior, sufre un colapso nervioso que la tiene totalmente aislada del mundo. Ella se encierra en el cuarto de servicio de su casa y se dedica a ejercitarse, hasta darse cuenta de que el ejercicio le da el valor de volver al mundo.
Al salir se encuentra con su asaltante y en vez de huir, lo atrapa y le propina una golpiza. Así es como decide tomar en serio su carrera de modelo fisicoculturista, al grado de entrar a concursos y volverse realmente fuerte.
Al final se da cuenta de que la fragilidad y la ternura son más compatibles con su personalidad y que los esteroides estaban cambiando su personalidad (aunque abriría una discusión sobre el verdadero porqué de abandonar su breve carrera en el modelaje).

Lisa… ¿Feminista?
El único personaje abiertamente feminista es Lisa, sin embargo ha tenido la oportunidad de sabotear los planes de Marge en más de una ocasión, eso sin contar las veces en las que ha sentido envidia de los logros de sus familiares: Como la ocasión en la que Marge decide publicar su primer libro, cuando Homero saca la crayola de su cerebro y se vuelve brillante (pese a que en otros capítulos lo acusó de ser ignorante), sabotea la breve incursión de Bart con las feministas radicales, hace pasar un gran ridículo a Alison, una amiga por la que se sentía amenazada, lejos de sentir empatía y quizá alivio por tener alguien con quien compartir sus intereses. En este sentido, mi duda sería, ¿realmente es feminista? Yo diría que no porque al final siempre decide velar por sus intereses antes de permitirles triunfar a todos los que la rodean… Pero eso será asunto de un artículo futuro.

Sigue nuestras redes sociales:

Sol Girón
Egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Actualmente es content manager y community manager en una agencia de marketing, becaria de la Coordinación de Igualdad de Género (CIGU) UNAM y redactora.
Es feminista, memera de corazón y sarcástica por vocación. Melómana empedernida, amante de la narrativa contemporánea, del café y de toda la cultura vanguardista. No tiene algo más original que ofrecer más que historias desequilibradas y faltas de sentido.